LAURA ÁNGELES
Parece que fue ayer, el año 2000, cuando al sintonizar una de las estaciones más conocidas e importantes de la Ciudad de México, del género pop-rock en inglés, escuché una canción llamada Yellow (Amarillo), ¿quién le pone “amarillo”a una canción?, me pregunté. Al analizar la letra, me atemoricé un poco más, jamás hubiera imaginado que alguien le dedicará una canción al ser amado, en el que le dijera “eres ‘amarillo’ para mí”; sin embargo, me pareció muy original.
La tranquila y a la vez electrizante melodía, que acompañaba aquel texto poco convencional, tranquilizó mi mente. Aún me encontraba estudiando y las tareas, para no variar, eran bastantes y pesadas. Al término del tema, lo único que quería saber era quién lo interpretaba tan quitado de la pena, como yo, en esos momentos, no lo estaba. Fue ahí, cuando escuché, por primera vez, el nombre de Coldplay.
Ese año 2000 representó para la humanidad una serie de cambios al pasar a un nuevo siglo, el XXI; se terminó con la temible especulación del fin del mundo y en México pasábamos por una transición de cambio político y/o partidista presidencial. Los cambios también surgieron para ésta banda británica, que después de tres años de haber picado piedra para encontrar una oportunidad, la halló con el lanzamiento de su primer disco, Parachutes, de donde se desprendió la canción ya mencionada.
El álbum fue todo un éxito, “Yellow” aún más, al convertirse en una de las melodías más usadas en las campañas publicitarias de la cadena de televisión ABC, en Reino Unido. Meses después se colocó dentro de las mejores 500 canciones de la historia de la revista Blender y en las 1000 de la Q Music.
Así Coldplay pasó de ser una banda universitaria, llamada inicialmente Pectoralz (sugerida por Chris Martin, vocalista del grupo) y, posteriormente, Starfish; a una famosa agrupación llamada Coldplay, nombre cedido por un joven integrante de otra banda, a la que así llamaba.
Pero así como surgió el reconocimiento también se originaron las comparaciones con otras afamadas agrupaciones británicas, entre ellas U2, Radiohead y A-ha, esta última a la que algunos integrantes de Coldplay pertenecieron. Esto no le importó a ninguno de sus integrantes, quienes continuaron cosechando éxitos, al ganar su primer Grammy en 2002, con Parachutes, en la categoría de Mejor Álbum Alternativo.
Ese mismo año, Chris Martin (vocalista), Will Champion (baterista), John Buckland (guitarrista) y Guy Barryman (bajista), estrenaron su segundo trabajo musical, A Rush of Blood to the Head, del que se desprendieron los sencillos “In My Place”, “The Scientist”, “Clocks” y “God Put a Smile Upon Your Face”.
La fama de este grupo aumentó y de esta forma decidieron realizar una gira internacional de un año para visitar los cinco continentes que los habían transformado. En ella, llamada “Parachutes Tour”, se descubrió su espectacular concepto escénico, con juegos de luces y pantallas gigantes, que acompañaba a la banda en sus interpretaciones en vivo.
Su esfuerzo y talento, la colocaron, en la revista Rolling Stone, como Mejor Artista y Mejor Banda de 2003. A su vez, Rush of Blood to the Head fue posicionado dentro de los 500 mejores discos de la historia de aquella publicación estadounidense.
Para 2004, Coldplay era famoso no sólo en el mundo musical convencional sino además, en el cibernético. Su tema “The Pretenders ‘200 Miles’” fue el más descargado en Reino Unido, por sus fans en el sitio web de la banda. Las ganancias de dichas descargas fueron donadas a campañas de caridad. Punto más a favor del grupo.
A pesar de ello, sus integrantes decidieron darse un suspiro, pero no para descansar, no, sino para continuar con la producción de su tercer material discográfico, X&Y. Y de esa misma manera, Chris aprovechó el tiempo para convivir con su hija Apple, quien nació ese mismo año.
Como si el año de su ausencia no hubiera pasado, X&Y salió a la venta el 6 de junio de 2005, con el tema “Speed of Sound”, estrenado un mes antes del lanzamiento del disco.
El álbum debutó como #1 en 28 países a lo largo del mundo y fue la segunda venta más rápida de álbumes en la historia del Reino Unido, por debajo del Be Here Now de Oasis.
Con ello, el éxito parecía mantenerse pero decayó tras el lanzamiento de los sencillos “Fix You” y “The Hardest Part”. El disco X&Y fue catalogado, por varios críticos musicales, como el peor en la carrera de la agrupación. Como consecuencia de ello, se inició el rumor de que Coldplay desparecería con su desintegración.
El chisme fue desmentido por Martin, quien durante la entrega de los Brit Awards de 2006, al recibir los premios a Mejor Álbum y Sencillo, señaló que aún habría Coldplay para rato.
Pero tiempo después su casa discográfica, EMI, desmintió al cantante.
La reacción de sus seguidores no se hizo esperar, mientras la banda, sin dar declaración alguna al respecto, inició con la producción de lo que sería su último trabajo. No sin antes realizar una nueva gira, esa vez, por Latinoamérica y España.
Tras varias especulaciones sobre el nombre del álbum, Chris anunció en la revista Rolling Stone, que se llamaría Viva la vida, en honor a una pintura de Frida Kahlo.
Posteriormente, se anunció el nombre confirmado, Viva la Vida or Death and All His Friends, a su vez, Chris Martin declaró que sería un disco totalmente diferente a los anteriores tres, a los que describió como parte de una trilogía, al no contar con “falsete”.
Se lanzó, “Violet Hill”, primer sencillo de su cuarto álbum y consecuentemente, “Viva la vida”, que fue subido en exclusiva a itunes para su descarga. La canción resultó del agrado de su público, pero los problemas llegaron nuevamente con una demanda hacia al grupo por plagio del tema, por parte de Creaky Boards y Joe Satriani.
La primera acusación fue declarada a favor de la banda, al descubrirse que sólo se trataba de una búsqueda de protagonismo por parte de Creaky y, la segunda demanda por parte de Satriani fue archivada en conocimiento de ambas partes, sin llegar a una solución.
El tercer y cuarto sencillo se dieron a conocer, “Lost!” y “Lovers in Japan”, respectivamente. “Lovers in Japan” ha logrado posicionar, nuevamente al grupo, dentro de las listas de popularidad internacionales.
Mientras que Viva la Vida or Death and All His Friends se convirtió en el disco más vendido en los Estados Unidos, de manera digital, con más de un millón 300 mil descargas. El álbum físico también se vendió al por mayor, con 8 millones de unidades vendidas.
Para beneplácito de fans, tras Viva La Vida , Coldplay se puso a trabajar en un EP (Prospekt's March) con colaboraciones con Jay-Z. Salió a la venta el 31 de agosto de 2008, con “Life In Technicolor II” como primer sencillo.
El 1 de mayo de 2009, la banda anunció en su sitio web que regalaría a los fans que acudieran a cualquiera de los conciertos de su gira "Viva la Vida Tour ", una recopilación de nueve canciones en vivo. El nuevo álbum estuvo disponible también para descarga gratuita en su página web desde el día del primer concierto, ofrecido en West Palm Beach para una audiencia de 50 mil personas, el 15 de mayo de 2009.
Bien dicen por ahí, que todo tiene un final y el final de Coldplay llegará, tras diez años de trayectoria. El porqué, simplemente irse en uno de sus mejores momentos y ser recordada dentro de ellos.
Quién sabe, todo puede pasa. Tal vez el día de mañana haya un regreso y volvamos a escuchar otro éxito de la banda que nos ofreció canciones para acompañar momentos inolvidables. No hay que perder las esperanzas.
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